Detección temprana de autismo
Deficiencias y anormalidades cognitivas. Parece existir alguna base neurológica en el desarrollo de esta enfermedad, aunque no está demostrada.
Procesos bioquímicos básicos. Se ha encontrado un exceso de secreción de serotonina en las plaquetas de los autistas.
Perfil de un niño con autismo:
El niño autista tiene una mirada que no mira, pero que traspasa. En el lactante, se suele observar un balbuceo monótono del sonido, un balbuceo tardío y una falta de contacto con su entorno, así como un lenguaje gestual.
En sus primeras interacciones con los demás, lo primero que se detecta es que no sigue a la madre en sus intentos de comunicación y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve.
En la etapa preescolar, el niño empieza a parecer extraño porque no habla. Le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No establece contacto con los demás de ninguna forma.
Estos niños autistas pueden presentar conductas agresivas, incluso para sí mismos. Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva como dar vueltas o llevar a cabo movimientos rítmicos con su cuerpo (aletear con sus brazos).
Los autistas con un alto nivel funcional pueden repetir los anuncios comerciales de la televisión o llevar a cabo rituales complejos al acostarse a dormir.
En la adolescencia, se dice que 1/3 de los autistas suelen sufrir ataques epilépticos, lo cual hace pensar en una causa de origen nervioso.
6 meses: A la mayoría de los bebés les gusta mirarse en el espejo.
9 meses: La mayoría de los bebés pueden tener miedo a los extraños y se aferran a adultos conocidos.
1 año: La mayoría de los niños le pasa un libro a alguien si quiere escuchar un cuento.
18 meses: La mayoría de los niños juegan a imitar, como alimentar a una muñeca o “halar” en un teléfono de juguete.
2 años: La mayoría de los niños han aprendido a señalar cosas en un libro.
3 años: Por lo general, un niño demuestra una variedad de emociones.
4 años: La mayoría de los niños pueden saltar con un pie o pararse en un solo pie por hasta dos segundos.
Indicadores de acuerdo al CDC (Centros para el control y la prevención de enfermedades):
2 meses: No responder ante ruidos fuertes
2 meses: No sonreír a las personas
4 meses: No gorjear ni hacer sonidos con la boca
6 meses: No reír ni hacer sonidos de placer
6 meses: No emitir sonidos como los vocales
9 meses: No balbucea (mama, baba, papa)
9 meses: No juega a nada que sea por turnos como “me toca a mí, te toca a ti)
9 meses: No responde cuando le llaman por su nombre
9 meses: No parece reconocer a las personas conocidas
9 meses: No mira hacia donde usted señala
1 año: No dice palabras sencillas como “mamá” y “papá”
1 año: No señala cosas
1 año: Pierde habilidades que había adquirido
1 año: No aprende a usar gestos como saludar con la mano o mover la cabeza
18 meses: No señala cosas para mostrárselas a otras personas
18 meses: No copia lo que hacen las demás personas
18 meses: No sabe por lo menos 6 palabras
18 meses: No se da cuenta ni parece importarle si la persona que le cuida se va a o regresa
2 años: No usa frases de dos palabras (“toma leche”)
2 años: No sigue instrucciones simples
2 años: No imita acciones o palabras
2 años: No sabe qué hacer con cosas comunes como por ejemplo un cepillo, el teléfono, el tenedor o la cuchara
3 años: No usa oraciones para hablar
3 años: No entiende instrucciones sencillas
3 años: No quiere jugar con otros niños ni juguetes
3 años: No mira a las personas a los ojos
3 años: No imita ni usa la imaginación en sus juegos
A) Desarrollo de habilidades sociales tempranas
Sonrisa social (está establecida desde las 8 semanas de vida)
Contacto visual, interés por el rostro humano (manifiesto desde las primeras horas de vida)
Respuesta al nombre propio
Atención compartida
Temor a los extraños (es evidente alrededor del 9-10 mes de vida)
Mecanismos de consuelo
B) Desarrollo del juego y uso de los juguetes
C) Desarrollo del lenguaje
La primera etapa corresponde a los ruidos fisiológicos (estornudo, tos y llanto, este último tiene una función comunicativa importante)
Posteriormente aparece el balbuceo inicial que es substituido por el balbuceo reduplicativo (sílabas pegadas: papapapa, tatata, etc.) que comienza a manifestarse hacia el 4-5 mes de vida
Se sigue el balbuceo canónico, este es una jerga en la cual aparecen rasgos prosódicos, es decir entonaciones y ritmos propios del habla. Comienza a aparecer hacia el 9-10 mes de vida
Aparecimiento de la primera palabra, lo cual suele ocurrir hacia los 12 meses de vida.
D) Gestos instrumentales y gestos protodeclarativos
Acá señalar (con el índice) es probablemente el gesto al que mayor atención debamos prestar
El gesto de “adiós” aparece hacia los últimos meses del primer año, inicialmente bajo el comando de los padres pero poco después aparece espontáneamente y adecuadamente aplicado.
E) Patrones estereotipados o restrictivos de conducta
Aunque es importante indicar que suelen ser más tardíos y no son frecuentemente observados en el primer año de vida.
Lo más usual es el balanceo pero debe tenerse en cuenta que muchos niños pequeños lo hacen como mecanismo de autoconsuelo.
También debemos prestar atención a los intereses muy manifiest